Los Visigodos en La Sierra de Segura

Los visigodos utilizaron la organización político-administrativa de los romanos sobre la que no introdujeron cambios. La Península estaba dividida en Hispania Citerior y la Hispania Ulterior. El río Segura sería la línea que dividiría ambas regiones.

Cada comarca estaba administrada por un dux, elegido por el rey, con mando militar y poder judicial. Las subdivisiones en distritos eran llamados conventus, que son la base y origen de las futuras diócesis.

Existían extensos territorios, los más fértiles corresponden a las cuencas del alto Guadalquivir, y Guadalimar, y generalmente eran propiedad de grandes señores pertenecientes a la nobleza visigótica que dominaba sobre una población de campesinos y colonos con el carácter de latifundio. Las tierras de las vegas de nuestros ríos estaban bien atendidas por los colonos.

Abundaba el cereal y el olivo. Las zonas de prados y bosques se aprovechaban como pastizales para el ganado: cabras y ovejas. La Sierra de Segura era ya importante por sus grandes masas de bosque del que se extraía la madera para exportarla, seguramente, a otras regiones.

El trabajo sobre madera de Segura constituye uno de las principales industrias artesanales, si bien los beneficios de la producción seguía perteneciendo a los grandes señores.

Eran famosos los platos y vasos fabricados con madera de la Sierra de Segura, que se vendieron por el sur de la Península y el norte de África.

De esta época se han encontrado restos en Bujaraiza y piezas de ajuares funerarios como el collar de cuentas aparecido en Parolís.
Hasta el año 572 la zona de la Sierra de Segura vive en constante rebelión contra los bárbaros y a favor de los bizantinos, pero Leovigildo impone su autoridad en Segura, Cazorla, Las Villas, Alcaraz, etc., territorio que se conoce como la Oróspeda.