Construcción que nos queda del antiguo Monasterio Franciscano de nuestra Señora de la Peña, probablemente se traten de los restos arquitectónicos de los jardines y huertas de dicho monasterio. Naturalmente, este paraje ha venido sufriendo cambios en su arquitectura hasta constituirse en el espacio que hoy representa.
En este paraje se celebra anualmente la conocida como fiesta de la Candelaria, sirviendo así de punto de encuentro para mayores y pequeños. En esta fiesta se pasa un día de campo y se comen los típicos hornazos en este paisaje inmejorable.
Podemos encontrar también un antiguo lavadero, donde hace algún tiempo, cuando muy pocas casa disponían de lavadora, todas las mujeres del pueblo se reunían allí para lavar a mano. Muchas de ellas cuentan hoy los buenos ratos que pasaban allí, aunque iban a trabajar, les servía como punto de encuentro y reuniones improvisadas. Además se puede disfrutar jugando a la petanca, ya que hay una pista preparada para ello. Además tenemos la fuente del Convento, que da una de las aguas mejores y más naturales de la Sierra de Segura. A escasos metros, nos encontramos la Plaza de toros de la localidad, enclavada en una zona natural, de gran capacidad y construida en el año 1949.