Monasterio Franciscano Nuestra Señora de la Peña

0.000

Pero lo más importante y emblemático de esta zona es precisamente eso, el Convento.   En la primera mitad del siglo XVI, en el reinado del emperador Carlos I de España y V de Alemania, y a impulsos de su esposa Isabel de Portugal, se erigió un convento situado a extramuros del lugar de Orcera a una distancia de medio cuarto de legua. Se dispuso que el convento fuera regentado por los frailes observantes de nuestro padre San Francisco con el título de convento o monasterio de Nuestra Señora de la Peña o Santa María de la Peña.

En este lugar inicialmente existía una ermita, en la que Dña. Mencía de Figueroa, madre de Jorge Manrique; autor de las Coplas a la muerte de su padre, uno de los poemas clásicos de la literatura española de todos los tiempos y nacido en Segura de la Sierra; estuvo enterrada y hasta 1531 no se transformó en monasterio. Sobre la ermita hay unas anotaciones en los Libros de Visitas de la Orden de Santiago, donde aparece recogida una descripción del edificio y sus posesiones.

¿Cómo sería el edificio del Convento y su entorno?

Ubicación Monsterio de la Peña de Orcera
Ubicación Monsterio de la Peña de Orcera

No existen muchos vestigios de cómo sería el edificio que albergaba al Convento y por ende a los frailes. Sí se sabe que las piedras que formaban la estructura del mismo: cimientos, muros de carga, tapias del cercado, etc., se reciclaron utilizando sus piedras para construir la plaza de toros que existe en la actualidad en el solar que ocupaba, y también es de suponer que habrán servido a lo largo del tiempo para construir algún que otro edificio del pueblo.

Si nos fijamos en la vista aérea del terreno, hay tres partes bien diferenciadas. La primera la que ocupa la plaza de toros y el olivar anexo, que está a nivel. La segunda y tercera, ubicadas al margen derecho y detrás, tienen una pendiente considerable. Esto lleva a suponer que el convento estaría ubicado en la parcela a nivel, y los corrales para los animales y los huertos ocuparían las parcelas que están en pendiente, incluso estarían abancaladas para poder sembrar con facilidad: hortalizas, patatas, etc., y el agua para el riego le llegaría desde el manantial próximo por gravedad.

 Monasterio Franciscano Nuestra Señora de la Peña
Monasterio Franciscano Nuestra Señora de la Peña

La igualdad de los franciscanos siempre se ha visto reflejada en la arquitectura de sus conventos. En general se puede decir que frente a las construcciones monacales de férreos esquemas, en los conventos de frailes menores se hacen unos modelos más acomodados al medio.

Como esquema tipo de convento franciscano, se puede incluir en él:

– La Iglesia. Lugar de oración. En torno a ella se iban alzando las dependencias necesarias. Presenta una nave única, para facilitar la acústica de la predicación.

– El Claustro. Construido generalmente junto a la iglesia. Es de planta cuadrada y en el centro suele haber un pozo y un pequeño jardín con cuatro caminos.

– La Biblioteca. Era donde los monjes copiaban manuscritos y libros antiguos; En las órdenes mendicantes como es nuestro caso, desaparece la figura de los monjes y aparece la de los frailes. Éstos se insertan en la sociedad, intramuros de la ciudad, para vivir los consejos evangélicos cerca de los hombres, desarrollando además de la oración otras actividades: catequesis, enseñanza, predicación, asistencia hospitalaria, misiones, etc.

– Sala Capitular. Lugar de reunión de la comunidad, donde se leían los capítulos de la regla de la orden y donde el abad organizaba las distintas tareas.

– El Calefactorio. Lugar caldeado donde iban los monjes de vez en cuando para descansar y entrar en calor.

– El Refectorio. Era el comedor, y colindante con él estaba la cocina.

– La Bodega. Se almacenaban los alimentos, el grano, patatas, aceite.

– Las Celdas de los Monjes. Es el gran dormitorio común que estaba en el piso superior.

Aparte de estas salas también existían: huertos, la enfermería, el locutorio, y a veces, establos, molinos, talleres, entre otros. Y el cementerio se encontraba siempre en el terreno monacal.

¿Qué es lo que queda?

En la actualidad nada se conserva de él, si bien, según Laínez Alcalá profesor de arte de la universidad de Valladolid la portada de la iglesia de Orcera corresponde a la del convento, que se trasladó en 1817 momento en que se reconstruyó la iglesia parroquial. Así como dos ventanales. Hay testimonios escritos en los archivos parroquiales de que el convento de Santa María de la Peña fue un centro de religiosidad hasta la desaparición total en 1830.

UN HECHO HISTÓRICO.

En este monasterio se firmaron las “Ordenanzas del Común de la Villa de Segura y su tierra de 1580”.

Las diligencias de la reunión de los procuradores de las Villas del Común de Segura, empiezan así:

“En el Monasterio de Nuestra Señora de la Peña de la Orden de San Francisco en el término y jurisdicción de la Villa de Segura de la Sierra (Orcera), a veintisiete del mes de julio de 1580, siendo convocados por mí, Francisco de Morella, escribano receptor de su majestad, en comisión de la villa de Segura y las demás villas del Común, para hacer las ordenanzas como manda su majestad, para el buen gobierno de dichas villas y su territorio común y el buen aprovechamiento y conservación de él”

La Asociación Ecologista Segura Verde, en 1992 realizó una publicación completa de dichas ordenanzas (Donde participaron activamente muchos Orcereños nacidos o residentes, como los Hermanos Cano Henares, Pedro Ortega, Guillermo Rojano y el Pintor y Escultor José Ríos). Su deseo era hacer llegar este importante documento de la Historia de la Sierra de Segura a toda la ciudadanía segureña, y por supuesto, a cualquiera que pretenda acercarse a la verdadera raíz de esta tierra.

El objetivo era sacar a la luz temas comunes al hombre, la sociedad serrana y sus relaciones de supervivencia con la naturaleza. Uno de los mejores códigos de comportamiento, respeto, conservación y convivencia entre el ser humano y su entorno natural. Durante más de 500 años la Comunidad Segureña autogestionaba sus recursos.

Aunque aquellas personas que quieran profundizar más en el tema deberían consultar el texto publicado por el Instituto de Estudios Jienenses, cuyo autor es nuestro eminente paisano Emilio de la Cruz Aguilar, otro Orcereño de Pro, Catedrático de Historia del Derecho de la Universidad Complutense de Madrid, Periodista y Escritor.

Información del Lugar
alojamientos rurales destacados

Alojamientos Cercanos

Restaurantes Destacados